La película Feos – Uglies (2024), dirigida por McG y basada en la novela juvenil de Scott Westerfeld, presenta una sociedad distópica donde la belleza es controlada mediante cirugías obligatorias. A pesar de que la novela exploraba temas profundos sobre los estándares de belleza y la conformidad social, la película ha sido criticada por no alcanzar la misma profundidad. Muchos la describen como visualmente atractiva pero vacía, con una ambientación superficial y falta de impacto emocional. Las secuencias de acción y la construcción del mundo se sienten repetitivas, pareciendo imitaciones de otras películas juveniles distópicas, lo que le resta originalidad.
Joey King interpreta a Tally Youngblood, una joven que debe decidir si se somete o se rebela contra el sistema. Sin embargo, su actuación ha sido criticada por ser poco convincente, y su arco narrativo carece de desarrollo emocional. Otros actores, como Keith Powers y Brianne Tju, ofrecen actuaciones más sólidas, aunque también se ven limitados por guiones y personajes mal desarrollados.
Uno de los puntos más decepcionantes es la falta de profundidad en el comentario social. La película no logra abordar con detalle temas como la modificación del cuerpo y la pérdida de individualidad, simplificando estos temas a una narrativa básica de “bien contra mal”. A pesar de contar con un concepto intrigante, el enfoque orientado a la acción acaba por diluir la crítica social que hacía la novela.
En resumen, Uglies no logra destacar entre otras adaptaciones juveniles distópicas, dejando a muchos críticos insatisfechos con su ejecución y su representación superficial de los temas del material original.