La extraña pasajera es una película estadounidense de 1942 dirigida por Irving Rapper y protagonizada por Bette Davis y Paul Henreid. Basada en la novela de Olive Higgins Prouty, esta película es considerada una de las mejores producciones del cine clásico de Hollywood.
La trama de La extraña pasajera gira en torno a Charlotte Vale (interpretada por Bette Davis), una mujer soltera y tímida que ha sido sometida a un control excesivo por parte de su madre dominante. Después de sufrir un colapso nervioso, Charlotte es enviada a un sanatorio donde conoce al doctor Jaquith (interpretado por Claude Rains), quien la ayuda a superar sus problemas emocionales y a ganar confianza en sí misma. Una vez recuperada, Charlotte decide viajar por Europa, donde conoce a Jerry Durrance (interpretado por Paul Henreid), un hombre casado del que se enamora perdidamente. A pesar de las dificultades, Charlotte y Jerry inician una relación que cambiará sus vidas para siempre.
La extraña pasajera es una película que aborda temas como la libertad, la independencia y el amor, y lo hace de una manera sutil y elegante. La actuación de Bette Davis es magistral, transmitiendo a la perfección la transformación de su personaje a lo largo de la historia. Paul Henreid también destaca en su papel de Jerry, mostrando una química inigualable con Davis en pantalla.
Esta película es recordada por una de las escenas más icónicas del cine: la famosa escena del cigarrillo encendido en los labios de Paul Henreid, que se ha convertido en un símbolo de amor y pasión en el cine. Esta escena fue improvisada por los actores durante el rodaje y se ha convertido en una de las más memorables de la historia del cine.
La extraña pasajera recibió tres nominaciones a los Premios de la Academia en 1943, incluyendo Mejor Actriz para Bette Davis y Mejor Actriz de Reparto para Gladys Cooper, quien interpreta a la madre de Charlotte en la película. Aunque no ganó ningún premio, La extraña pasajera sigue siendo una de las películas más aclamadas de la época dorada de Hollywood.
Además de su éxito en taquilla y crítica, La extraña pasajera también es recordada por su impacto en la moda de la época. El vestuario de Bette Davis, diseñado por Orry-Kelly, se ha convertido en un referente de la moda de los años 40, con sus vestidos elegantes y sombreros extravagantes.
En resumen, La extraña pasajera es una película imprescindible para los amantes del cine clásico, con una historia conmovedora, actuaciones brillantes y una dirección impecable. Esta película ha dejado un legado duradero en la industria cinematográfica y sigue siendo una de las mejores producciones de la década de 1940. Si aún no la has visto, ¡no esperes más y disfruta de esta obra maestra del cine!
