La película “La diligencia” es un clásico del cine dirigido por John Ford en 1939. Considerada una de las mejores películas del oeste, esta obra maestra del séptimo arte ha sido elogiada por su excelente dirección, actuaciones y guion.
En “La diligencia”, Ford nos cuenta la historia de un grupo de pasajeros que viajan juntos en una diligencia a través del peligroso territorio del oeste americano. Entre ellos se encuentran un jugador, una prostituta, un médico, un banquero y una mujer embarazada. A medida que avanzan en su viaje, se enfrentan a diversos peligros y conflictos, incluyendo el ataque de una banda de forajidos liderada por el famoso bandido “Plumero” (interpretado por el legendario John Wayne).
Sin duda, uno de los aspectos más destacados de “La diligencia” es su impecable dirección por parte de John Ford. Con una maestría indiscutible, el director logra capturar la esencia del viejo oeste y transmitirla al espectador a través de cada plano y cada escena. Además, Ford utiliza magistralmente el paisaje como parte fundamental de la narrativa, convirtiéndolo en un personaje más de la historia.
Otro elemento clave en el éxito de esta película es el reparto de actores, encabezado por John Wayne en uno de sus papeles más icónicos. El carisma y la presencia del actor en la pantalla son innegables, y su interpretación del forajido “Plumero” es simplemente inolvidable. También destacan las actuaciones de Claire Trevor como la prostituta Dallas, Thomas Mitchell como el borracho doctor Boone y John Carradine como el siniestro Hatfield.
“La diligencia” recibió siete nominaciones a los premios Oscar, incluyendo Mejor Película y Mejor Director para John Ford. Finalmente, ganó en las categorías de Mejor Actor de Reparto para Thomas Mitchell y Mejor Banda Sonora Original. Sin embargo, lo más sorprendente es que, a pesar de su éxito y su reconocimiento posterior, la película no fue un gran éxito en taquilla en su momento.
Además de su impacto en el cine, “La diligencia” también tiene algunas anécdotas interesantes detrás de cámaras. Por ejemplo, durante el rodaje de una escena en la que la diligencia cruza un río, el equipo de producción construyó un puente falso que se derrumbó con todos los actores dentro. Afortunadamente, no hubo heridos graves y Ford decidió incluir la toma en la película.
En resumen, “La diligencia” es una película imprescindible para los amantes del cine. Su legado perdura hasta el día de hoy, siendo una de las obras más influyentes del género del oeste. Su impacto en la cultura popular es innegable, y su calidad cinematográfica sigue siendo admirada por generaciones. Sin duda, una joya del séptimo arte que merece ser vista y apreciada por todos.
