En el año 1903, el cineasta estadounidense Edwin S. Porter sorprendió al mundo con su película “Asalto y robo de un tren”. Considerada como una de las primeras películas de ficción de la historia del cine, esta obra revolucionó la forma de contar historias en la pantalla grande y sentó las bases del género de acción y crimen.
La trama de la película gira en torno a un grupo de bandidos que planean asaltar un tren en movimiento. A través de una serie de escenas, se muestra cómo los delincuentes llevan a cabo su plan y se enfrentan a los valientes guardias del tren. Con un ritmo frenético y un uso innovador de la cámara, Porter logra mantener al espectador en suspenso hasta el final.
Sin duda, una de las mayores virtudes de “Asalto y robo de un tren” es su habilidad para contar una historia en tan solo 12 minutos. A pesar de ser una película muda y en blanco y negro, el director logra transmitir emociones y generar tensión a través de la acción y el movimiento de los personajes. Además, el uso de diferentes planos y ángulos de cámara demuestra la maestría de Porter en el arte de la narrativa cinematográfica.
Uno de los aspectos más destacados de esta película es su impacto en la audiencia de la época. Se cuenta que en su estreno, muchos espectadores se asustaron y salieron corriendo de la sala al ver la escena en la que un tren se dirige hacia la cámara. Este efecto, conocido como “efecto Kuleshov”, fue una técnica pionera utilizada por Porter y ha sido ampliamente utilizada en el cine hasta la actualidad.
En cuanto al reparto, la película cuenta con un elenco de actores desconocidos en su mayoría, ya que en esa época no se acostumbraba a incluir los nombres de los intérpretes en los créditos. Sin embargo, se sabe que uno de los guardias del tren fue interpretado por Justus D. Barnes, quien años más tarde se convertiría en un reconocido actor de cine mudo.
“Asalto y robo de un tren” fue un éxito rotundo en su época y tuvo un gran impacto en la industria del cine. A pesar de su corta duración, la película logró recaudar una gran cantidad de dinero y se convirtió en una de las producciones más rentables de la época. Además, su influencia se puede ver en numerosas películas posteriores, como “El gran robo del tren” (1903) y “El asalto al tren de Pelham 123” (1974).
A lo largo de los años, “Asalto y robo de un tren” ha sido objeto de numerosos estudios y homenajes. En 1990, la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos la seleccionó para su preservación en el Registro Nacional de Cine por ser “cultural, histórica y estéticamente significativa”. Además, en 2008 fue incluida en la lista de las 100 mejores películas de todos los tiempos por la revista Time.
En resumen, “Asalto y robo de un tren” es una película que marcó un antes y un después en la historia del cine. Con su innovadora técnica y su impactante trama, Edwin S. Porter logró captar la atención del público y sentar las bases de lo que hoy en día conocemos como el séptimo arte. Sin duda, una obra imprescindible para entender la evolución del cine y una verdadera joya del séptimo arte.